Los Maestros Ascendidos y la Gran Hermandad Blanca
Sólo hay UN Dios. Él está en cada parte de vida. Toda cosa viviente vive, se mueve, respira y tiene su ser dentro del Cuerpo, Inteligencia y Amor de Dios, todo el tiempo. La encarnación en un planeta es el compromiso voluntario de los individuos para crecer espiritualmente, para emular a Dios, y convertirse en co-creadores con Dios, aunque en menor escala. Verdaderamente, entonces, «dioses sois» (Juan 10:34) en embrión.
El propósito de la creación es permitirle a cada una de las corrientes de vida, llamada adelante desde el Corazón Universal de Dios, desarrollar su naturaleza espiritual y convertirse en Maestro de la Energía y la Vibración por medio del control consciente y uso de sus propias facultades creativas (pensamiento y sentimiento). Con el fin de convertirse en tal Presencia Maestra, el estudiante necesita pasar por diversas pruebas llamadas «iniciaciones». A todas las corrientes de vida se les da la oportunidad de reencarnar un suficiente número de veces para redimir la mayoría de su energía mal calificada, aprendiendo las lecciones que le ofrece cada una de las vidas.
La meta de toda vida es la Ascensión. Una vez que el individuo ha calificado constructivamente más del 51% de la energía a él asignada a lo largo de todas sus encarnaciones, es elegible para ascender y convertirse en un Maestro Ascendido. Luego, después de haber ascendido dentro de su cuerpo espiritual — denominado «Presencia YO SOY»— el Maestro tiene la elección de permanecer en la proximidad de la Tierra para ayudar a la humanidad o de avanzar más allá. Aquellos que escogen ayudar a la humanidad, se unen a la Gran Hermandad Blanca.
Los Maestros Ascendidos son parte de un grupo de Mensajeros Divinos, quienes, desde la «caída del hombre», han llevado la palabra de Dios para iluminación de la raza humana. Los Maestros piden ser reconocidos como una fuerza potencial para el bien común de la humanidad, pero no exigen obediencia ni piden ser adorados.
La Gran-Hermandad Blanca no es una organización a la cual un individuo puede unirse mientras esté en la Tierra. Sin embargo, puede establecerse una relación de trabajo con la Hermandad (a nivel de co-trabajador) contribuyendo a la implementación del plan de los Maestros. Solamente mediante el vivir y expresar la Perfección del ámbito celestial sobre el plano físico, a través de la auto-corrección de las debilidades de lo humano, y el servicio ofrecido sin pensar en ganancia financiera o aclamación personal, puede un individuo entrar en asociación con la Hermandad. La Hueste Ascendida dirige la atención del Chela, pero depende del estudiante hacer la escogencia correcta. Ningún individuo ha ascendido jamás sin la asistencia de un Maestro Ascendido.
Después de la «caída del hombre», fue menester concebir medios y maneras por medio de los cuales los habitantes de la Tierra pudieran ser despertados a su propia responsabilidad en la creación de un aura de Luz alrededor de la Tierra, que satisfaga las exigencias de la Ley Cósmica. Sanat Kumara, como cabeza de la Jerarquía Espiritual del mundo, se preparó para este suceso fundando la Gran Hermandad Blanca, compuesta de Maestros Ascendidos que son todos especialistas en alguna línea particular de servicio y empeño espiritual. Los Miembros de la Hermandad viven sólo para servir a Dios. Han renunciado a servir en los Ámbitos de Belleza y Perfección, y han permanecido como «prisioneros de Amor» a fin de asistir a la humanidad que “lucha” en la Tierra.
El servicio de esta orden espiritual es el de enseñalarle a los estudiantes interesados, la Ley Cósmica por medio de la cual, con suficiente auto-aplicación, podrán lograr la maestría y finalmente la Ascensión.
El propósito de la Gran Hermandad Blanca es entrenar Maestros Instructores para el desarrollo de la raza humana y mostrarle a cada individuo el camino de vuelta al Padre Celestial.
LIMITACIONES DE LA JERARQUíA
Al hacer esto, la Gran Hermandad Blanca está limitada por ciertos factores:
1.— La ayuda a la humanidad tiene que ser garantizada y conscientemente invitada.
2. — La ayuda está sujeta a las Leyes Cósmicas aplicadas a este planeta. Estas Leyes deben obedecerse. El Tribunal Kármico no aprueba ninguna desviación de la Ley. Tiene que darse una buena razón para obtener una variante. De acuerdo a estas leyes, el AUTO-ESFUERZO determina el progreso espiritual de la humanidad, y si este esfuerzo no está disponible, a los Maestros no se les permite dar más ayuda a la humanidad.
Un Maestro dijo: «Se Nos permite solamente una cantidad de energía en un cierto ciclo de tiempo, para invertir en la evolución de la raza. De haber sido posible que dirigiéramos y expandiésemos Nuestras energías a un grado ilimitado a través de la atmósfera de la Tierra sin la cooperación y asistencia de la humanidad que iba a ser beneficiada, hace rato hubiéramos transferido la Octava de los Maestros Ascendidos hacia (y a través de) la Tierra… y Nuestra tarea habría llegado a su fin. La gran Ley Cósmica impersonal exige un balance de la inversión de Nuestras energías al asistir a la humanidad. Si nosotros mostramos tal balance, casi sin pregunta, la Ley nos da energías adicionales para adelantar nuestra causa». La Madre María agregó a esto, declarando: «¡LES ESTAMOS DANDO TODA LA AYUDA DIVINA QUE LA GRAN LEY PERMITE, CRÉANNOS!»
3.— Con el fin de alcanzar este propósito, a la Gran Hermandad Blanca se le ofrece un Reservorio de Energía Cósmica, el cual en promedio, se le asigna una vez cada cien años. Este reservorio se utiliza entonces para contactar a un individuo que pueda actuar como mensajero y puente a fin transmitir a la humanidad las actividades en curso de la Hermandad, y darle nuevas explicaciones de la Ley Cósmica. Una vez determinadas estas rigurosas restricciones, comprenderán ustedes el gozo de cada uno de los miembros de la Gran Hermandad Blanca cuando se recibe una buena respuesta de parte de la humanidad, y de que Sus esfuerzos han caído en terreno fértil.
Oh gracias siempre estamos intruyendoneos con las verdades de nuestra hermndad blanca .gracias.